Creencias limitantes
Cómo afectan a tu día a día y cómo desmontarlas
Seguro que has oído hablar de sobre las creencias y cómo estás afectan a tu vida. Ser conscientes de nuestras creencias limitantes y trabajar para cambiarlas puede marcar la diferencia entre cumplir tus objetivos y tener la vida que deseas o no.
Te anticipo que las creencias se pueden cambiar, pero primero tienes que descubrir qué te está frenando y después trabajar duro para cambiar esa forma de pensar que te limita.
¡Vamos a por ello!
Definición de creencia
Las creencias son las normas internas a través de las cuales vivimos, son generalizaciones que hacemos del mundo que nos rodea, actuando como paradigmas. De hecho, las creencias marcan nuestro comportamiento. No son hechos reales en si mismos ya que son totalmente subjetivas, aunque muchas veces olvidamos este aspecto.
Las creencias conforman nuestro modelo del mundo que se ha forjado a partir de nuestras experiencias.
Básicamente tenemos creencias sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre el mundo en general. Solemos implicarnos mucho en nuestras creencias y cuando se ven confirmadas por la realidad, nos sentimos más seguros.
¡Importante! Las creencias actúan como profecías “auto-cumplidas”
Si pensamos que el mundo es un lugar peligroso e inseguro, probablemente estaremos a la defensiva o dispuestos a responder con un ataque en cada momento y los demás ante nuestras defensas y ataques probablemente respondan de la misma manera, lo cual convertirá el mundo en un lugar peligroso e inseguro, confirmado nuestra creencia.
Todo está en nuestra cabeza, en realidad el mundo es un espejo de lo que pensamos. Cambia tus pensamientos y cambiarás en mundo.
“Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”
Henry Ford
Las creencias son presuposiciones, esto es, tendencias de conducta. Lo que quiere decir que actuamos “como si” fueran verdad.
Existen creencias limitantes, aquellas que no nos vienen bien, que no nos aportan nada y que no nos acercan a nuestros objetivos. Y creencias potenciadoras.
Todas las creencias, con independencia de cuáles sean y de si nos limitan o nos potencian, comparten algunas características entre sí:
– Las creencias actúan como verdades incuestionables para quien las posee. La persona da por hecho que son válidas.
– Las creencias están muy arraigadas en nuestra forma de pensar y acostumbran a ser inconscientes.
– Por todo ello, son muy resistentes al cambio. Al ser inconscientes, en condiciones normales, son ajenas a la voluntad y al control de la persona y están exentas de todo juicio.
Creencias potenciadoras y creencias limitantes
Empezamos por las creencias potenciadoras que son aquellas de las que no nos tenemos que preocupar ya que nos ayudan e impulsan y nos acercan a nuestros objetivos. A esas no las cuestionamos, las dejamos tranquilas porque nos ayudan a vivir.
Las creencias limitantes son aquellas que nos limitan, que no contribuyen a nada bueno en nuestra vida. Las creencias limitantes nos alejan de nuestros objetivos.
Las creencias, aunque sean limitantes, nos proporcionan sensación de seguridad y de certidumbre, incluso nos proporcionan una identidad en la que cimentamos lo que creemos ser. Por eso nos aferramos a ellas.
Sin embargo, muchas veces nos impiden avanzar y nos mantienen atascados en situaciones que ya no queremos vivir.

SESIÓN DE DESCUBRIMIENTO
Me gustaría tener una sesión contigo para descubrir mis creencias limitantes
¿Cómo se forman las creencias limitantes?
En coaching no nos gusta mucho mirar haia atrás, a no ser que sea para aprender, por ello no me quiero extender en este aspecto, porque tampoco nos va ayudar mucho saber cómo se formaron, se trata de mirar al futuro y saber que se pueden cambiar.
Muchas de nuestras creencias se forman cuando somos pequeños y responden a lo que nos han dicho o creen de nosotros o del mundo nuestros padres, profesores amigos, aunque también se pueden crear cuando eres más adulto.
Por ejemplo, yo siempre tuve mucha seguridad en el trabajo hasta que me encontré una mala jefa que me hizo cambiar la creencia potenciadora: “yo valgo y hago las cosas bien” a una creencia limitante. Tuve que trabajarla mucho para poder cambiar ese pensamiento. Lo logré. Por eso sé que se pueden cambiar.
Ejemplos de creencias limitantes
Estas son algunas de las creencias limitantes más usuales, que no las únicas.
- He llegado a mi limite.
- No puedo lograr lo que deseo.
- No soy capaz.
- Los demás son mejores que yo.
- Nunca consigo lo que quiero.
- No puedo vivir sin este trabajo.
- La mayoría de la gente tiene más suerte que yo.
- No puedes fiarte de nadie.
- No me veo con éxito
- A mi edad ya no encontraré pareja
- Soy muy desordenado
- Se me dan mal los números
- No soy creativo
- No caigo bien
- …etc
Éstas y otras creencias limitantes sólo son ciertas si actuamos como si lo fuesen. Supongamos que no son ciertas…
¿Qué diferencia comporta eso?, ¿Vale la pena la diferencia?
Cómo detectar y desmontar tus creencias limitantes
Lo primero es decirte que las creencias limitantes se esconden muy bien.
Las tenemos tan arraigadas que ni las vemos. Notamos frenos en nuestra vida pero no entendemos cuales son. Si necesitas ayuda para detectarlas no dudes en pedir ayuda.

SESIÓN DE DESCUBRIMIENTO
Me gustaría tener una sesión contigo para descubrir mis creencias limitantes
Las creencias limitantes son las principales responsables de que no logremos nuestros objetivos. Para alcanzar nuestros objetivos necesitamos creer 3 cosas:
- Mi objetivo es posible.
- Soy capaz de alcanzarlo.
- Me merezco alcanzarlo.
>> Escoge un objetivo sobre el que quieras trabajar y hazte las siguientes preguntas:
¿Me merezco alcanzarlo?
¿Tengo las habilidades y capacidades para lograrlo?
¿Es posible alcanzarlo?
¿Qué me lo impide?
¿Qué pensamientos de mí mismo tengo al respecto?
¿Qué certeza tengo sobre eso? ¿podría refutarlo?
Es importante que seas muy honesto y que bucees en tu interior a la hora de responder.
Escribe la o las creencias limitantes que hayan aparecido.
¿Cómo desmontarlas? Una vez que detectada la creencia limitante vamos a trabajar sobre ella.
Por ejemplo si mi creencia limitante es:
“No soy una persona constante”
Lo primero pregúntate si eso es realmente así de certero o si estás generalizando:
¿Nunca has sido constante en nada en tu vida? ¿Cuándo no eres constate y cuando sÍ? Probablemente encuentres momentos en los que sí que lo fuiste, por lo tanto ya estás empezando a desmontar esa creencia.
Quizás la puedes cambiar por esta nueva creencia mucho más potenciadora:
“Cuando me lo propongo soy persona constante”
Con esto quiero decir que hay pasos intermedios. Depende de cada caso, pero a veces la nueva creencia no tiene que ser exactamente la opuesta.
Bien, una vez que tengas clara tu nueva creencia, se trata de tatuártela, bueno, no hace falta llegar a ese extremo, pero casi. Como hemos dicho las creencias están super arraigadas en nosotros, se pueden cambiar, pero amigo mío requieren mucho trabajo. Qué puedes hacer:
– Repetirte en voz alta todas las mañanas la nueva creencia
– Hacerte un cartel que puedas ver a diario y te lo recuerde
– Hacerte un collage de imágenes que representen la nueva creencia
– Hacerte consciente de los momentos en los que esa nueva creencia es una realidad para reforzarla
– Y por último, desde YA, actúa “como si”, como si esa creencia fuera una realidad
El elefante encadenado. Cuento sobre cómo nos afectan las creencias limitantes.
A continuación os dejo un vídeo que relata el cuento El elefante encadenado de Jorge Bucay. Es maravilloso y a la vez impresiona porque explica muy bien hasta qué punto nos pueden afectar nuestras creencias limitantes. ¡No dejes de verlo!
Te deseo mucho éxito en tu cambio de creencias.¡ Estoy segura de que lo vas a conseguir!